(El primer día del resto de tu vida)
Dir. Remi Bezançon


A veces encontramos, en el título de una película, el mejor de los preludios para vivir con intensidad, a veces la desidia, otras la amargura, muchas la honestidad sin tregua, y por siempre la complicidad de quien se nos muestra desnudo en métrica y nos invita a su festín. Cargado de intencionalidad por doquier, el título original (no cabe lugar el comentario si son burdas traducciones sin ton ni tampoco son) debiera ser el comienzo del viaje narrativo hacia no se sabe donde, de la mano de no se sabe quien, pero con la imaginación y sus desaires como compañera fundamental.

Ocurre eso de forma plausible y de principio a fin en esta segunda cinta del director Remí Bezançon (“Love is in the air“ 2005), un indicativo nada trivial de lo que será su película a la postre.

Muestra en ella, y de qué manera, la vida de cinco personas que forman parte de una misma familia, sus infranqueables nexos de unión, sus diferencias irreconciliables si a simple vista la observásemos con medida distancia.

Vidas normales, ajenas, propias.

Pero no es fácil marcar las pautas y ser un mero observador del transcurrir. Y es que el director, con su forma original y ágil de trasladar a la gran pantalla su propio guión (salvando las distancias, el modo de rodarla bien podría recordar la célebre “5 veces 2” de François Ozon), convierte en misión imposible desmarcarse de esas historias cercanas y no sentirte identificado con los personajes en la mayoría de sus vivencias.

Porque no sorprenden de manera convulsa, es verdad, ni hacen volcar el corazón con saña, cierto es, pero la cotidianeidad de sus entresijos conforma un gran espejo en el que verse reflejado a cada paso, y eso es lo que la carga de valor.

Un final bien arropado y una deliciosa banda sonora de exquisito gusto, hacen de esta nueva aportación del cine galo una apuesta gentil y cautivadora a tener en cuenta en estas tardes de soporífero calor.

 

Página web oficial:

http://www.lepremierjour-lefilm.com/