Dir. Juan José Campanella

Entramos en un oscuro universo cuando de fondo oimos cantar un tango con pasión y sentimiento. Es el universo del desamor hecho música, del dolor y el dolo, del mayúsculo amor que desgarra y también hiere y que, inhundado en alcohol, brinda por los lamentos pasados y los venideros. Una canción de sufrimiento esperanzado.
Y la forma de contonearse es una preciosa metáfora de ese barruntar: el hombre sujeta con su brazo a la mujer que quiere, y esta se inclina hacia atrás sobre su propio cuerpo optando por la distancia como el menor de tanto mal.

Y ese baile es sobre el que Campanella pone esa vez todos sus focos, un danzar no entre un hombre y una mujer, sino más que nunca, entre una mina y un pibe.

Cuenta con el mismo acierto que en su anterior entrega (Luna de Avellaneda, 2004) dos historias de amor que, por imposibles, no se llegan a entrelazar nunca. Un amor futuro, soñado, añorado y deseado, un amor venidero que con los dedos se roza y lastima por no estar aún corrompido, una linda metáfora de la virginidad que encierra el acercamiento. El segundo que se rueda es un amor lastrado por los lamentos de la intención, y sólo eso.

Pero el nexo de unión no es esta vez trivial ni irrelevante. Benjamín Espósito (Ricardo Darín) irrumpe con la fuerza de antaño en la vida de quien siempre ocupó su corazón, Irene (Soledad Villamil), con la intención de hacer encajar las piezas de un puzzle que atormenta su conciencia en cada despertar. Su excusa: escribir una novela que le ayude a recordar los matices de un caso que su juzgado nunca resolvió.

Emotiva, hiriente y con una adecuada dosis de humor, la última de Campanella no pasará desapercibida para el gran público ni defraudará a sus fieles vástagos. Si bien es cierto de que se aleja sobremanera de la línea argumental de sus éxitos anteriores (El hijo de la novia, El mismo amor la misma lluvia), el peso del guión lo vuelve a confiar a quien tan buenos frutos le ha dado, le está dando y le dará, sabrosa fruta madura.

Y por todo ello, nos seguimos felicitando.

Página web oficial:
http://www.elsecretodesusojos.es/