LLORA HAITI
(Dir. Lone Scherfig)
A menudo llaman nuestra atención distintos tipos de personas. Nos fijamos en ese alguien, en muchas ocasiones, tan sólo por la manera que tiene de caminar, otras veces por como se dirige a quien
le escucha, otras por como atiende atento a quien reclama su atención.
Por una extraña razón consiguen imantar nuestro interés sin que seamos capaces de abstraernos de ese hechizo y continuar nuestra senda cotidiana. Influye sobremanera en esa sensación el momento que nosotros estemos viviendo, las circunstancias por las que atravesamos, cómo de baja tengamos nuestra guardia o autoestima.
El duelo gana enteros si ambas partes esconden ciertas cartas.
Dicen que, a medida que vamos creciendo y madurando como personas, ese bagaje que la vida nos da nos convierte en seres menos vulnerables ante la impronta del encuentro y nuestro comportamiento es más racional y menos emocional (nos alejamos del ensueño).
Pero a Jenny eso aún no le ha ocurrido. Ella, a sus 16 años, está todavía comenzando a disfrutar de la emoción que desprende la inocencia, a saborear las mieles de la pubertad y los entresijos de lo prohibido. ¿El anzuelo? Un apuesto galán de oscuras intenciones (el gran Peter Sarsgaard) quien, por medio de un cortejo desmedido, tratará de ganarse su confianza y asegurar así su ansiada complicidad.
Perfectamente ambientada en la Gran Bretaña de los años 60, «An education» refleja como pocas películas han sabido hacer, los valores de una época marcada por el conservadurismo religioso y social de una población adiestrada en esa causa.
Es un guión de un optimismo exultante, que consigue transmitir al espectador la magia de las primeras ilusiones y la decepción que deja paso al lamento desconsolado. Son nubes y claros extraordinariamente bien rodados por la que fuera directora de «Wilbur se quiere suicidar» o «Italiano para principiantes», y magníficamente interpretada por una joya en ciernes, la actriz Carey Mulligan.
Por eso hubo quien aplaudió tras su primera proyección.
Página web oficial:
Por una extraña razón consiguen imantar nuestro interés sin que seamos capaces de abstraernos de ese hechizo y continuar nuestra senda cotidiana. Influye sobremanera en esa sensación el momento que nosotros estemos viviendo, las circunstancias por las que atravesamos, cómo de baja tengamos nuestra guardia o autoestima.
El duelo gana enteros si ambas partes esconden ciertas cartas.
Dicen que, a medida que vamos creciendo y madurando como personas, ese bagaje que la vida nos da nos convierte en seres menos vulnerables ante la impronta del encuentro y nuestro comportamiento es más racional y menos emocional (nos alejamos del ensueño).
Pero a Jenny eso aún no le ha ocurrido. Ella, a sus 16 años, está todavía comenzando a disfrutar de la emoción que desprende la inocencia, a saborear las mieles de la pubertad y los entresijos de lo prohibido. ¿El anzuelo? Un apuesto galán de oscuras intenciones (el gran Peter Sarsgaard) quien, por medio de un cortejo desmedido, tratará de ganarse su confianza y asegurar así su ansiada complicidad.
Perfectamente ambientada en la Gran Bretaña de los años 60, «An education» refleja como pocas películas han sabido hacer, los valores de una época marcada por el conservadurismo religioso y social de una población adiestrada en esa causa.
Es un guión de un optimismo exultante, que consigue transmitir al espectador la magia de las primeras ilusiones y la decepción que deja paso al lamento desconsolado. Son nubes y claros extraordinariamente bien rodados por la que fuera directora de «Wilbur se quiere suicidar» o «Italiano para principiantes», y magníficamente interpretada por una joya en ciernes, la actriz Carey Mulligan.
Por eso hubo quien aplaudió tras su primera proyección.
Página web oficial: