Quien más o quien menos ha visto en alguna ocasión como la sala de cine de la que es habitual era engalanada y emperifollada sin mesura para acoger el preestreno de una película o algún gran evento digno de tales artificios siempre y cuando, eso sí, algún rostro conocido hubiera confirmado con antelación su tan ansiada asistencia. Lo que nunca antes habíamos visto era que toda esa impostura fuera colocada ahí a posteriori, esto es, una vez que la estrella invitada haya puesto (por fin) sus pies en Polvorosa. Y es que es sabido por todos que ciertos actores y actrices no precisan de alfombra alguna para impedir que sus pies pisen la tierra que nosotros sí pisamos..

 

Como preludio de lo que más tarde ocurriría, ese fue un buen comienzo para una tarde que prometía intensos momentos.

Si alguien me preguntase que de que trata la película de Banksy, me costaría grandes dosis de esfuerzo dar concreción a mis palabras y tratar de explicar de manera concisa lo que mis ojos vieron. Quizá sea una impostura más, esa que poco o nada tiene que ver con el clásico planteamiento que engarza nudo y desenlace (inútiles corsés para el delirio en ciernes). Ante el agotador esfuerzo de resumir la película, supongo que alguien al verla podría adivinar que lo que persigue la cinta es poner algo de luz sobre lo que se ha dado a conocer como movimiento de artistas urbanos, el nacimiento de la creatividad que conduce a la enajenación en ocasiones y a la apoteosis en otras muchas, siempre desde el prisma de quien se expresa ante el lienzo que conforman nuestras paredes. Se recrea aqui la forma de pensar de un agitador de conciencias incombustible, de un perturbador de vigilias y sueños, de la promiscuidad personificada en alguien que agita y desenfunda su spray. Un batallador que tiene arrojo y disfruta del anonimato. No hay lugar a grafiteros.

Y poco más..

Porque Exit through the gift shop cuenta en formato de documental una historia diferente, una realidad desconocida y lejana para la gran mayoría, un ideario transgresor para su protagonista y un golpe de efecto para quien lo observa. Y es que el enigmático Banksy (del que poco o nada se sabe, más que lo que intuimos por sus subversivas pinturas en las paredes de medio mundo), pretende dar esta vez un golpe sobre la mesa con el que desenmascarar la traición de quien creía un buen aliado, a la postre un aventajado súbdito del que sí todo se sabe.

Me temo que la ¿farsa? de Banksy no ha hecho más que comenzar, asi que pongámonos en lo mejor...

Página web oficial:

http://www.avalonproductions.es/exit/